La dama de Monsoreau

de (Escritor), (Traductor)

Una noche de febrero de 1578, Louis de Clermont, señor de Bussy, es emboscado en un callejón de París por los favoritos del rey Enrique III. Diana de Meridor, que está retenida por el señor de Monsoreau, le acoge en su casa y el señor de Bussy, en medio del delirio por las heridas recibidas, cree tener una visión y se enamora perdidamente de ella. En medio de las intrigas políticas y los enfrentamientos de la nobleza cortesana que marcaron el devenir histórico de Francia durante la segunda mitad del siglo xvi, la historia de amor de estos personajes se va desgranando en un relato lleno de aventuras y acción que traza un sorprendente fresco del violento reinado del último de los Valois. La dama de Monsoreau constituye el segundo volumen de la trilogía de Alexandre Dumas centrada en las guerras de religión, al que precede La reina Margot y sigue Los Cuarenta y Cinco.

 

Escritor
Traductor
Colección
Básica de Bolsillo – Serie Clásicos de la literatura francesa
Materia
Ciencias humanas y sociales, Lengua y literatura, Moderna, Narrativa
Idioma
  • Castellano
EAN
9788446041900
ISBN
978-84-460-4190-0
Fecha publicación
29-04-2015
Formato
Ebook
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Sobre Alexandre Dumas (Escritor)

  • Alexandre Dumas
    Escritor de novelas, folletines y obras de teatro, Alejadro Dumas (1802-1870) fue uno de los autores más famosos de la Francia del siglo XIX, y que acabó convirtiéndose en un clásico de la literatura gracias a obras como Los tres mosqueteros (1844) o El conde de Montecristo (1845... Ver más sobre Alexandre Dumas

Sobre M.ª Pilar Ruiz Ortega (Traductor)

  • M.ª Pilar Ruiz Ortega
    Nacida en Palencia, es licenciada en Filosofía y Letras, en la rama de Filología francesa. Ha dedicado su vida profesional a la enseñanza como catedrática de francés en diferentes institutos de educación secundaria y bachillerato. Asimismo, es la traductora de Julia o la nueva El... Ver más sobre M.ª Pilar Ruiz Ortega

Sobre M.ª Pilar Ruiz Ortega

  • Nacida en Palencia, es licenciada en Filosofía y Letras, en la rama de Filología francesa. Ha dedicado su vida profesional a la enseñanza como catedrática de francés en diferentes institutos de educación secundaria y bachillerato. Asimismo, es la traductora de Julia o la nueva El... Ver más sobre M.ª Pilar Ruiz Ortega

Contenidos

Prólogo

Bibliografía

LA DAMA DE MONSOREAU

Capítulo I. La boda de Saint-Luc

Capítulo II. Cómo no siempre el que abre la puerta es el que entra en la casa

Capítulo III. Cómo a veces es difícil distinguir los sueños de la realidad

Capítulo IV. Cómo la señorita de Brissac, o dicho de otro modo la señora de Saint-Luc, había pasado su noche de boda

Capítulo V. Cómo la señorita de Brissac, o dicho de otro modo la señora de Saint-Luc, se las arregló para pasar la segunda noche de boda diferentemente a como había pasado la primera

Capítulo VI. Cómo era «le petit coucher» del rey Enrique III

Capítulo VII. Cómo, sin que nadie supiera la causa de esta conversión, el rey Enrique se convierte de la noche a la mañana

Capítulo VIII. Cómo el rey tuvo miedo de haber tenido miedo, y cómo Chicot tuvo miedo de tener miedo

Capítulo IX. Cómo la voz del Señor se equivocó y habló a Chicot creyendo que hablaba al rey

Capítulo X. Cómo Bussy va en pos de su sueño, cada vez más convencido de que era una realidad

Capítulo XI. Qué hombre era el señor montero mayor Bryan de Monsoreau

Capítulo XII. Cómo Bussy encontró a la vez el retrato y el original

Capítulo XIII. Quien era Diana de Méridor

Capítulo XIV. Quien era Diana de Méridor. El trato

Capítulo XV. Quien era Diana de Méridor. El consentimiento

Capítulo XVI. Quien era Diana de Méridor. El matrimonio

Capítulo XVII. Cómo viajaba el rey Enrique III y qué tiempo necesitaba para ir de París a Fontainebleau

Capítulo XVIII. En el que el lector tendrá el placer de conocer al hermano Gorenflot, de quien ya se ha hablado dos veces en el curso de esta historia

Capítulo XIX. Cómo Chicot se dio cuenta de que era más fácil entrar en la abadía Sainte-Geneviève, que salir

Capítulo XX. Cómo Chicot, viéndose obligado a permanecer en la iglesia de la abadía, vio y oyó cosas muy peligrosas de ver y oír

Capítulo XXI. Cómo Chicot, creyendo que había recibido una clase de historia, recibió una de genealogía

Capítulo XXII. Cómo el señor y la señora de Saint-Luc viajaban uno al lado del otro y cómo se les unió un compañero de viaje

Capítulo XXIII. La orfandad del anciano padre

Capítulo XXIV. Cómo Remy el Haudouin, en ausencia de Bussy, había hecho amistades en la casa de la calle Saint Antoine

Capítulo XXV. Padre e hija

Capítulo XXVI. Cómo el hermano Gorenflot se despertó, y el recibimiento que le hicieron en su convento

Capítulo XXVII. Cómo el hermano Gorenflot se quedó convencido de que era sonámbulo y deploró amargamente su anomalía

Capítulo XXVIII. Cómo el hermano Gorenflot cabalgó sobre un burro llamado Panurgo, y aprendió en el viaje muchas cosas que desconocía

Capítulo XXIX. Cómo el hermano Gorenflot trocó el asno por una mula y la mula por un caballo

Capítulo XXX. Cómo Chicot y su compañero de viaje se instalaron en la hostelería del Cygne de la Croix, y cómo fueron recibidos por el posadero.

Capítulo XXXI. Cómo el monje confesó al abogado, y cómo el abogado confesó al monje

Capítulo XXXII. Cómo Chicot, después de haber hecho un agujero con una barrena, hizo otro con la espada

Capítulo XXXIII. Cómo el duque de Anjou supo que Diana de Meridor no había muerto

Capítulo XXXIV. Cómo Chicot volvió a París y fue recibido por el rey Enrique III

Capítulo XXXV. Lo que había ocurrido entre monseñor el duque de Anjou y el montero mayor

Capítulo XXXVI. Cómo se celebró el consejo del rey

Capítulo XXXVII. Lo que venía a hacer al Louvre el señor de Guisa

Capítulo XXXVIII. Cástor y Pólux

Capítulo XXXIX. Cómo se vio probado que escuchar es la mejor manera de oír

Capítulo XL. La tarde de la Liga

Capítulo XLI. La calle de la Ferronnerie

Capítulo XLII. El príncipe y el amigo

Capítulo XLIII. Etimología de la calle de la Jussienne

Capítulo XLIV. Cómo a de Epernon le rasgaron el jubón y a Schomberg le tiñeron de azul

Capítulo XLV. Chicot es, cada vez más, rey de Francia

Capítulo XLVI. Cómo Chicot hizo una visita a Bussy, y las consecuencias que de ella se derivaron

Capítulo XLVII. El ajedrez de Chicot, el bilboquete de Quelus y la cerbatana de Schomberg

Capítulo XLVIII. Cómo el rey nombró a un jefe de la Liga, y cómo no fue ni Su Alteza el duque de Anjou, ni monseñor el duque de Guisa

Capítulo XLIX. Cómo el rey nombró un jefe que no era ni Su Alteza el duque de Anjou, ni monseñor el duque de Guisa

Capítulo L. Eteocles y Polinice

Capítulo LI. Cómo no siempre se pierde el tiempo registrando los armarios vacíos

Capítulo LII. Ventre-saint-gris!

Capítulo LIII. Las amigas

Capítulo LIV. Los amantes

Capítulo LV. Cómo a Bussy le ofrecieron trescientos doblones por su caballo y lo dió por nada.

Capítulo LVI. Diplomacia del señor duque de Anjou

Capítulo LVII. Diplomacia del señor de Saint-Luc

Capítulo LVIII. Diplomacia del señor de Bussy

Capítulo LIX. Una bandada de angevinos

Capítulo LX. Roland

Capítulo LXI. Lo que venía a anunciar el señor conde de Monsoreau

Capítulo LXII. Cómo Enrique III supo la huida de su bienamado hermano el duque de Anjou, y las consecuencias que de ello se derivaron

Capítulo LXIII. Cómo siendo de la misma opinión Chicot y la reina madre, el rey se volvió de la misma opinión de la reina madre y de Chicot

Capítulo LXIV. Donde queda probado que el agradecimiento era una de las virtudes del señor de Saint-Luc

Capítulo LXV. El proyecto del señor de Saint-Luc

Capítulo LXVI. Cómo el señor de Saint-Luc mostró al señor de Monsoreau la estocada que el rey le había mostrado a él

Capítulo LXVII. Donde se ve a la reina madre entrar poco triunfalmente en la buena ciudad de Angers

Capítulo LXVIII. Las pequeñas causas y los grandes efectos

Capítulo LXIX. Cómo el señor de Monsoreau abrió, cerró y volvió a abrir los ojos, lo que era una prueba de que no estaba muerto del todo

Capítulo LXX. Cómo el duque de Anjou fue a Meridor para expresar sus condolencias a la señora de Monsoreau por la muerte de su marido, y cómo se encontró con éste que salía a recibirle

Capítulo LXXI. Del disgusto que producen las literas demasiado anchas y las puertas demasiado estrechas

Capítulo LXXII. En qué disposiciones estaba el rey Enrique III cuando el señor de Saint-Luc reapareció en la corte

Capítulo LXXIII. En el que se trata de dos personajes importantes de esta historia que el lector había perdido de vista desde hacía algún tiempo

Capítulo LXXIV. Cómo los tres principales personajes de esta historia hicieron el viaje de Meridor a París

Capítulo LXXV. Cómo el embajador del señor duque de Anjou llegó a París, y el recibimiento que tuvo

Capítulo LXXVI. El cual no es otra cosa sino la continuación del precedente, acortado por el autor con motivo del fin de año

Capítulo LXXVII. Cómo Saint-Luc cumplió con el encargo que le había hecho Bussy

Capítulo LXXVIII. En qué aspectos el señor de Saint-Luc era más civilizado que el señor de Bussy, las lecciones que le dio y el uso que el amante de la hermosa Diana hizo de ellas

Capítulo LXXIX. Las precauciones del señor de Monsoreau

Capítulo LXXX. Una visita a la casa de las Tournelles

Capítulo LXXXI. Los emboscados

Capítulo LXXXII. Cómo monseñor el duque de Anjou firmó, y cómo, después de haber firmado, habló

Capítulo LXXXIII. Un paseo por las Tournelles

Capítulo LXXXIV. En el que Chicot se duerme

Capítulo LXXXV. En el que Chicot se despierta

Capítulo LXXXVI. El Corpus Christi

Capítulo LXXXVII. El cual añadirá algo más de claridad al capítulo precedente.

Capítulo LXXXVIII. La procesión

Capítulo LXXXIX. Chicot I

Capítulo XC. Los intereses y el capital

Capítulo XCI. Lo que ocurría por la parte de la Bastilla, mientras que Chicot se cobraba las deudas en la abadía de Sainte-Geneviève

Capítulo XCII. El asesinato

Capítulo XCIII. Cómo el hermano Gorenflot se encontró más que nunca entre la horca y la abadía

Capítulo XCIV. En el que Chicot adivina por qué de Epernon tenía sangre en los pies y no la tenía en las mejillas

Capítulo XCV. La mañana del combate

Capítulo XCVI. Los amigos de Bussy

Capítulo XCVII. El combate

Capítulo XCVIII. Conclusión

FIN

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